José Jiménez Villarejo

[1]​ Licenciado en Derecho por la Universidad de Granada,[2]​ se incorporó a la carrera fiscal.

Ocupó plaza como fiscal en distintas audiencias provinciales andaluzas durante la dictadura franquista, en un tiempo en el que, señaló, «la mayoría de la magistratura podría ser caracterizada como ajena a los ideales democráticos».

[3]​ Hombre cristiano de profundo sentimiento religioso, durante su estancia en Málaga en la década de 1960 trabó amistad con el teólogo José María González Ruiz, así como con otros hombres y mujeres muy influenciados y comprometidos, como él, con el mensaje del Concilio Vaticano II, como Alfonso Carlos Comín.

[2]​ Consideraba que el juez debe dar igual valor a la defensa de su independencia, como a la de su imparcialidad,[3]​ y que «la justicia nos exige ver al otro como nuestro igual».

[4]​ Fue valorado como un «referente de honestidad, independencia intelectual y compromiso social», volcado en el pensamiento democristiano y liberal, que creyó en la posibilidad real de una «izquierda cristiana» en lo político.