[2] En 1888, bajo el mando del entonces capitán de navío Pascual Cervera y Topete, estuvo destinado como segundo comandante en el acorazado Pelayo como parte de su primera dotación.
[3] Fue profesor de la Escuela Naval Flotante, formó parte de la escuadra del Almirante Cámara enviada a Filipinas tras la Batalla de Cavite que fue retenida en Puerto Saíd, al mando de la flotilla de destructores Audaz, Osado y Proserpina.
[7] Por los Acuerdos de Cartagena se estableció una colaboración defensiva, que no llegaba al nivel de una alianza militar formal, entre España, Reino Unido y Francia, por la cual cada uno de esos países garantizaba la integridad territorial de los demás en las posesiones que cada uno tenía en el Mar Mediterráneo y en las costas europeas y africanas bañadas por el océano Atlántico.
A cambio del apoyo británico y francés para la defensa de España, la flota española apoyaría a la Armada Francesa en caso de guerra con la Triple Alianza contra las flotas combinadas del Reino de Italia y Austria-Hungría en el Mar Mediterráneo ya que la Royal Navy debería de centrarse en el Mar del Norte contra la Kaiserliche Marine germana; mientras que la flota francesa por sí sola no podría contener a la armada italiana y la austrohúngara juntas, y era necesario que Francia transportara por mar a sus tropas coloniales desde el norte de África al continente europeo.
Para cumplir con las obligaciones adquiridas por el gobierno español, el nuevo Plan naval de 1907 (luego conocido como Plan Ferrándiz) fue aprobado por el gobierno a principios del año siguiente como Ley de Marina del 7 de enero de 1908[9] y consistió en: