Estudió secundaria en la Academia, donde quedó fascinado por la historia narrada por uno de sus profesores, sobre el vuelo del Plus Ultra entre España y Argentina protagonizada por el piloto Ramón Franco en 1926.
Después de salir del trabajo asistía a clases nocturnas para convertirse en técnico.
En 1936, al cumplir el servicio militar se las arregla para ser movilizado en la Armada como marinero en la base naval de Barcelona.
Los «nacionales» pasaron a realizar ataques nocturnos contra los puertos que recibían equipos y armas de la Unión Soviética.
Dada la carencia que existía, fue fundada en Sabadell una Escuadrilla de Vuelo Nocturno con Walter Katz como comandante.
Su Chato estaba dispuesto y listo para el toque final, Falcó había pintado en el fuselaje un murciélago negro en un círculo blanco que se convirtió en una señal de identidad.
La zona que los republicanos todavía controlaban en Cataluña se redujo a un pequeño territorio entre Barcelona y la frontera francesa.
José Falcó no tuvo tiempo para despegar y debió combatir contra los atacantes con un fusil mexicano con el que hirió a un piloto italiano.
Nuevos aviones republicanos que se dirigían hacia Francia llegaron, pero más tarde aparecieron los Messerschmitt y Falcó decidió combatir.
José Falcó pasó la frontera francesa en coche, hasta el Le Boulou, donde estuvo en la clandestinidad durante varios días con unos colegas.
Luego regresó a Francia tras la revolución argelina y trabajó en Toulouse como ingeniero civil de la gendarmería regional, cargo que ocupó hasta su jubilación en 1976.