Muchos domingos, desde Apóstoles, Provincia de Misiones, a caballo o en carro, llegaba hasta Azara.Otros amigos y los gobiernos misioneros, en especial el Dr. Héctor Barreyro, lo apoyaron en sus múltiples obras sociales.Familias jóvenes, desde Azara, buscando nuevas tierras formaban pequeños asentamientos y el padre José no los abandonó espiritualmente.Las giras del padre Marianski significaban largos y penosos viajes a caballo, sulky o en carro.Fundó el Club “Juan Sobieski” y la Biblioteca “Quo Vadis”, que llegó a tener más de 500 volúmenes.Instaló en Azara una imprenta que le cedió el padre Federico Rademacher desde Posadas.Luego el señor Juan Czajkowski la trasladó a Posadas continuando con esa obra hasta 1950.La obra gigantesca del P. Bayerlein Marianski fue reconocida y aun hoy admirada por muchos.Pero en su camino no faltaron los traidores y enemigos ideológicos que quisieron anularlo, hasta con calumnias falaces.Desde allí continuó apoyando y animando a las comunidades, para él tan queridas, diseminadas en la geografía de la Tierra Colorada.
Busto del padre Bayerlein Marianski en la iglesia San Antonio de Padua, Azara