Día de las barricadas (1588)

Bajo estas circunstancias, el rey, desconfiado y temiendo por su vida, mandó llamar a la ciudad a varios regimientos de guardias suizos y franceses.

El quebranto de este fuero, unido al temor que se extendió entre los parisinos de que se arrestara a los líderes católicos más destacados, contribuyó a la exasperación de los ánimos.

La jornada terminó con la muerte de 60 soldados, la victoria del duque de Guisa, que le permitió dominar la ciudad de París, y la huida del rey Enrique III, primero a Saint-Cloud, después a Chartres y Rouen y, finalmente, al castillo de Blois.

[4]​ En los Estados Generales convocados en Blois, el rey fue obligado a convertir el edicto en ley fundamental e irrevocable del reino.

[5]​ Enrique III sería asesinado al año siguiente por un miembro de la liga, Jacques Clément.

El duque de Guisa en el día de las barricadas, por Paul Lehugeur.