Recuperada su libertad fue varias veces delegado ante la Organización Internacional del Trabajo entre 1979 y 1987; durante su actuación apoyó inicialmente la llamada lucha contra la subversión.
En 1982, acompañado por algunos otros dirigentes —entre los cuales descollaron Armando Cavalieri, Oscar Lescano, Luis Barrionuevo y Juan José Zanola— enfrentó al grupo que confrontaba con el gobierno militar, liderado por Saúl Ubaldini, y formó en 1982 la CGT Azopardo.
Tras la disolución del proyecto, apoyó la candidatura presidencial de Ítalo Argentino Luder en 1983.
[cita requerida] Tras el regreso a la democracia, dirigió una larga negociación, por la cual la CGT Brasil, dirigida por Ubaldini, reincorporó a la CGT Azopardo, unificándose ambas centrales obreras[1] poco después del enfrentamiento de ambas contra la llamada Ley Mucci del presidente Raúl Alfonsín, entendiendo que ésta se proponía atomizar y debilitar la acción sindical.
[2] Fue elegido Diputado Nacional en el año 1985, en la lista del Frente Justicialista de Liberación que lideraba Herminio Iglesias.
Presidió una etapa signada por la desvalorización de las condiciones laborales y del salario real.
Volvería a trepar, alcanzando niveles muy altos, durante el resto del gobierno de Menem.