Sobrevivió a esta experiencia y, ya restaurada la democracia, se presentó como testigo en los Juicios por la Verdad abiertos en 1998.
Sin tener una adhesión explícita al peronismo, debió dejar en 1955 su pueblo natal en la localidad rural de General Villegas, debido a la persecución contra el peronismo llevada adelante por la dictadura autodenominada Revolución Libertadora.
Como director de Investigaciones, Etchecolatz dirigía los 21 centros clandestinos de detención (CCD) que había instalado la policía provincial, para torturar, violar y finalmente asesinar a las personas detenidas y hacer desaparecer sus cadáveres.
En ese momento se acercó, relatando su detención forzosa y los delitos que presenció.
López había arreglado con su sobrino Hugo Savegnago que lo pasara a buscar por su casa, con el fin de asistir al tribunal.
[2] Al día siguiente, Etchecolatz fue condenado a cadena perpetua por los delitos de lesa humanidad cometidos contra López y otras personas.
Mientras se leía la sentencia, el fotógrafo Leo Vaca del portal Infojus, tomó varias fotografías a Etchecolatz sosteniendo un papel, donde se leía escrita a mano la siguiente anotación: "Jorge Julio López".
La causa por delitos de lesa humanidad contra Miguel Etchecolatz fue la primera en ser reabierta y Jorge Julio López fue uno de los testigos directos que declaró en el juicio sobre los crímenes que se le imputaban al represor.
[10] Ese día había quedado con su sobrino Hugo Savegnago, para que lo pasara a buscar por su casa en Los Hornos para asistir al tribunal a escuchar los alegatos del juicio contra Etchecolatz.
La última persona que lo vio fue un vecino suyo, Abel Horacio Ponce, parado en la calle 66, “entre la verdulería y el local de Edelap”.
[2] La causa judicial formada para investigar su desaparición fue asignada al Juzgado Federal N.º 1 de La Plata, a cargo del juez Manuel Blanco hasta su muerte en 2014.
[12] Durante los primeros dieciocho meses la causa fue caratulada como desaparición simple y la investigación del hecho quedó a cargo de la Policía Bonaerense, la misma fuerza de la que Etchecolatz había sido un alto funcionario.
Hasta 2017 la investigación judicial no había podido determinar qué le sucedió a Jorge Julio López, ni encontrar sus restos en caso de haber sido asesinado —hipótesis sobre la que existe un amplio consenso—, responsables, partícipes ni encubridores.
Pese a que la iniciativa contó con el apoyo de la oposición, el proyecto fue vetado por el bloque del oficialismo por 106 votos contra 57.
[26] En 2012 por iniciativa del bloque FpV-Nacional y Popular, se propone designar con el nombre de "Jorge Julio López" al Salón Dorado del Palacio Municipal de La Plata "por su valioso testimonio en los juicios por la Verdad que se llevaron a cabo en nuestra ciudad, en la denominada causa Etchecolatz, en 2006".