[3] En febrero de 1873, al proclamarse la Primera República, quedó en situación de reemplazo y se fue a Pamplona junto a su familia.
Debido tanto a sus ideas carlistas, como a una brutal agresión de la que fue víctima su octogenario padre por la partida de la porra,[4] salió con su hermano Enrique —oficial como él— para incorporarse al Ejército carlista, donde ya se encontraba su cuñado, el coronel de Caballería Justo Sanjurjo, que murió en la batalla de Udave contra la columna Castañón.
Cuando ya la guerra terminaba, fue destinado a mandar el 8.º de Navarra, con el que entró en Francia, permaneciendo tres años en la emigración.
[2] Desde finales del siglo XIX Sacanell era ayudante de Don Carlos[5] y falleció en 1905 en Venecia, donde residía su rey desterrado.
[5] Según Francisco de Paula Oller, Sacanell era citado como «modelo de militares pundonorosos y esclavos del deber» no solo en el campo carlista, sino en el ejército liberal, donde contaba con las simpatías y la consideración de cuantos jefes le conocían.