Un año más tarde logró el traslado a la Universidad de Valladolid.
En 1951, Joaquín Ruiz-Giménez lo nombra director general de Enseñanza Universitaria.
Posteriormente fue director del Colegio de España en París.
Fue director general de Bellas Artes durante el Gobierno de Carlos Arias Navarro (1974).
Cuando cesa de sus cargos políticos, se dedica de nuevo a la enseñanza y obtiene cátedra en Madrid.