Joaquín María Arnau Miramón

Al joven Arnau le compete la restauración y conservación de dichos lugares.

Apenas transcurrido un año en Roma, regresa a su Valencia natal donde contrae matrimonio con su prima Elisa Moles, previa dispensa papal requerida por el parentesco.

Entre ambas fachadas se extiende un ancho pasaje cubierto por armadura metálica abovedada con placas de cristal.

Respecto a los edificios de viviendas, Arnau Miramón muestra una especial predilección por los vanos rectangulares con embocaduras que imitan la sillería, o arcos adintelados de ladrillo.

En la decoración, en general muy sobria, es abundante el uso del hierro fundido en balcones, tornapuntas, remates y acroterios.

Ese mismo año construye una ermita en el Camino Viejo de Torrente, en la cual se mezclan motivos medievalizantes y elementos de gusto neogriego.

A partir de 1903 edificó para Pascual Garrigues el Palacio de Fuentehermosa, también conocido como Palacio del Marqués de Castellfort, en cuya fachada utiliza elementos clasicistas, renacentistas, neogriegos y medievalizantes para lograr la obra más importante del eclecticismo en Valencia.

En su interior lo más destacable es el lujoso zaguán con su escalinata de mármol blanco, que recibe la luz por una claraboya cenital.

Cuenta con una planta de cruz latina, atrio, cinco naves, crucero, cuatro capillas por lado y ábside con girola.

La muerte le impidió dirigir esta obra, que fue realizada por el arquitecto Francisco Almenar Quinzá.

Su última obra en Valencia fue la Casa Rocafull, en la Gran Vía Marqués del Turia y cuya fachada ha sufrido diversas alteraciones.

Palacio Ripalda en la Alameda