Su aspecto externo es muy sobrio, destacando los contrafuertes rematados por gárgolas que sobresalen por encima de la pared lisa, la sencilla puerta que da a la plaza de San Esteban, y el campanario que se alza a los pies.
En el interior sorprende su recargada decoración de yeserías y esgrafiados.
El retablo que tuvo la iglesia en el siglo XVI, compuesto por una serie de lienzos dedicados al martirio de San Esteban, es obra del pintor valenciano Vicente Juan Masip (conocido como Juan de Juanes).
Estos cuadros Fueron pintados hacia 1562 y permanecieron en la iglesia hasta su adquisición por Carlos IV alrededor de 1800.
Actualmente se encuentran expuestas estas pinturas en el Museo del Prado.