Joaquín Espín y Guillén

En Madrid fue profesor del Conservatorio María Cristina, dirigió los coros y la orquesta del Teatro Real, fue organista de la Real Capilla y cofundó junto a Mariano Soriano Fuertes la revista La Iberia Musical y Literaria (1842-1846), una de las primeras revistas musicales españolas.

El general Narváez lo nombró director del Teatro de la Cruz.

En Bolonia conoció a Giuseppe Verdi y facilitó el viaje de Rossini a Madrid y la audición de su Stabat Mater.

[4]​ Otras óperas suyas son Macías, El bandido de Alcaraz y La Esmeralda.

La única de sus obras que obtuvo cierto éxito fue su zarzuela Carlos Broschi, cuyo libreto, compuesto por Teodoro Guerrero, se inspiraba en la vida del célebre castrato Farinelli; fue estrenada en Sevilla en 1853.