Como artista protagonizó la ópera Turanda de Antonio Bazzini en esta ciudad italiana.
El escritor también le regaló dos álbumes con poemas y una amplia colección de sus dibujos, que la cantante conservó durante toda su vida.
Por su parte, Julia Espín quería dedicarse a la música y proyectaba viajar al extranjero para formarse como artista de canto.
[2] Este primer encuentro, inspiraría la Rima XVI, en la que se describe a un hombre observando su amada en un balcón, según explica el catedrático de literatura española Jesús Ros.
Fruto de esta relación con la familia Espín y la misma Julia, son los dos álbumes y unos cuantos de los dibujos que les regaló durante estas tertulias, dedicados a su musa.