Un vez allí, y después de conectar con los artistas de la vanguardia artística internacional, inició un cambio progresivo en su obra, primero muy influido por los impresionistas y el cubismo de Picasso–de los cuales se derivaría una figuración ingenua y profusamente colorista– para después, hacia el 1953, realizar sus primeras obras abstractas.
Después de algunas exposiciones el 1949 se traslada a París, donde se instala el año siguiente para estudiar al École lleva Louvre y al Atelier Canivet.
El 1954 publica su primer libro, Escritos, con prólogo de Joan Oliver, y con ilustraciones del mismo autor.
A lo largo del año 1957 dibuja mapas que serán los primeros pasos de las llamadas Planimetrías, imágenes conformadas a base de líneas y configuraciones espaciales, género por el cual será conocido internacionalmente.
En los años 60 destacó especialmente por sus novelas, firmadas con su nombre, donde a menudo denuncia con un humor amargo el mundo del arte y sus grupos de presión: Doble blanco (1960), Materia definitiva (1961), Operación viaducto (1962), Nnoba fygurassió (1965), Jourdain 65 (1966) y Aguafuerte del XII (1966).