Jevel Katz

A los 27 años decide seguir a un hermano suyo radicado ya en Buenos Aires, una ciudad muy lejana y de muy mala fama por la Semana Trágica y la trata de blancas organizada por la Zwi Migdal.

Katz solía tomar canciones que estaban de moda y les cambiaba la letra, rescribiéndolas en "castidish", tal como definía ese cocoliche que había inventado: ídish mechado con castellano.

Entre sus creaciones se pueden mencionar: "Dados", "Mucho ojo", "Radio", "Un poquercito", "Colchas", "En un conventillo", "De noche con un tranvía por Corrientes", "Canning", "Busco un cuarto", "Una ranchera", "Té", "El gringo en la plaza", "Mi viaje a Tucumán", "Un colono", "Basavilbaso", "Moisés Ville", entre otras.

A su entierro asistieron unas cuarenta mil personas y fue sepultado en el Cementerio Israelita de Liniers.

Su vida y obra fue difundida por el escritor Eliahu Toker.