En materia de Trabajo, Caldera elevó el Salario Mínimo Interprofesional a 600 euros, consensuó con los agentes sociales una reforma laboral y otra de la Seguridad Social y endureció la jubilación anticipada.
Asimismo, sacó adelante el Estatuto del trabajador autónomo y puso en marcha un plan para atajar la siniestralidad laboral.
[2] Dicha regularización masiva provocó duras críticas de Italia, Chipre, Francia, Austria, Alemania y Holanda, y ante la insistencia de estos dos últimos países se creó un sistema de alerta previa sobre inmigración para evitar que este proceso se repitiese.
[3][4] El PP criticó que la regularización provocaría un efecto llamada, tesis que también sostenían los entonces ministros de Interior de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Italia, Giuseppe Pisanu, basándose en la experiencia que habían cosechado con procesos similares en el pasado, en el caso italiano el año anterior.
[6][7] Tras su salida del Ministerio de Trabajo en abril de 2008, se anunció que su nueva tarea consistiría en crear, poner en marcha y presidir una gran Fundación, que agruparía a las distintas fundaciones vinculadas al PSOE, y cuya función primordial sería el impulso a nuevas ideas y proyectos para el Partido, con el objetivo de mantenerlo al tanto de los cambios sociales y ofrecer respuestas a los mismos en cada momento.