Jerónimo de Cárcamo

Canónigo en México y procurador ante la corte española, fue finalmente nombrado obispo de Trujillo en el Perú, pero murió antes de llegar a su sede.En 1572 surgió otro traslado familiar, esta vez a México, al ser ascendido su padre a oidor del alto tribunal del Virreinato de Nueva España.Allí, el joven Luis Jerónimo arraigó y terminó sus estudios.[1]​[4]​ Estaba todavía cumpliendo su función en España, cuando el rey Felipe III lo propuso como obispo de Trujillo en el Perú.Pero estando en camino, vino a fallecer frente al puerto de Paita, en la costa norte del Perú, en 1612.