Es recordado por sus ataques de furia durante los partidos ante fallos que considerara en su contra.
Su esposa caminó hacia el umpire y le dio dos bofetadas en la cara.
Durante una tercera ronda partido en el que perdía contra Alexander Mronz, Tarango se enfureció con el árbitro Bruno Rebeuh, que había fallado en contra de Tarango varias veces.
Tarango se sintió ofendido, empacó sus raquetas y salió fuera de la cancha.
Él y su socio Henrik Holm se encontraban en dos sets contra el equipo de Jeremy Bates y Tim Henman cuando Henman rompió con furia una pelota que golpeó sin querer a una recogedora de bolas, dando lugar a su descalificación.