La canción se destaca por sus "increíbles arpegios y sonoridades múltiples",[6] con un corte original sobre el final "que sirve para mostrar otro matiz urbano en Spinetta".
[6] Otra crítica señala que "su amorosa, dramática, levitante, y acaramelizada melodía es increíble.
[8] La letra está relatada en segunda persona, pero en gran parte dirigida hacia sí mismo.
Precisamente Los ojos se titulará el último álbum de Spinetta y los Socios del Desierto (1999), dedicado a Carolina Peleritti ("Para mi amor, Carolina") y publicado cuando la relación entre ambos ya había finalizado.
[9] En 1997, cuando el álbum fue lanzado, Spinetta ya se había divorciado y la relación con Peleritti era pública.