[1] Procedente de una familia acomodada, residió largas temporadas en París, Londres y Roma, siendo el francés, el inglés y el italiano, los idiomas usados durante toda su juventud.
Apasionado del tiro y la esgrima, donde obtuvo notables calificaciones; no obstante, su gran pasión fue el excursionismo y el alpinismo, colaborando durante cinco años en el diario madrileño El Sol, donde publicó semanalmente la sección «Un itinerario cada semana».
El 18 de octubre se le nombró cabo y tras una nueva acción defensiva, recibió su tercera Cruz roja.
Finalizada la guerra en diciembre, solicitó la licencia y regresó a Madrid.
[2] Se aficionó a la apicultura, junto a su esposa María Estremera, con la lectura de las obras de Lorenzo Langstroth en 1917, y comenzó instalando tres colmenas en su jardín, otra acristalada en el comedor, y una quinta en su despacho.