Durante el saqueo bereber de Córdoba, se le creyó equivocadamente muerto en el campo de batalla; malherido, regresó a la ciudad y se recuperó.
En aquel momento, otro eslavo llamado Aflah al-Fatah se había hecho con Almería.
Jairán reunió un ejército y cercó las murallas almerienses durante veinte días.
Seguidamente tomó la Medina y finalmente la Alcazaba de Almería.
En el interior, dio a la Alcazaba de Almería su perímetro actual, después de reconstruirla desde sus cimientos, afianzó dos nuevas naves a la mezquita y mandó cercar el arrabal de la Musalla bajando la muralla desde la misma Alcazaba hasta La Hoya, y desde lo que hoy se conoce como el Cerro de San Cristóbal hasta la misma orilla del mar.