Recibieron este nombre tras un discurso pronunciado por José Ortega y Gasset el 30 de julio de 1931 en el que afirmó que «es de plena evidencia que hay, sobre todo, tres cosas que no podemos venir a hacer aquí: ni el payaso, ni el tenor, ni el jabalí».
[1] Los jabalíes estaban, en su mayoría, vinculados al federalismo, como en los casos de Ramón Franco[2] y Ángel Samblancat[3] (elegidos como republicanos federales en las listas de Esquerra Republicana de Catalunya por la circunscripción electoral de Barcelona-capital,[4] el capitán Salvador Sediles[3] y el comandante Antonio Jiménez Jiménez,[3] diputados por Extrema Izquierda Federal por Barcelona,[4] Rodrigo Soriano, diputado por la circunscripción electoral de Málaga-capital, perteneciente a la corriente Alianza Republicana del federalismo,[4] Eduardo Barriobero,[5] diputado por Oviedo, perteneciente a la corriente antigubernamental del federalismo,[4] Emilio Niembro[6] también diputado por Oviedo y perteneciente a la corriente antigubernamental del federalismo liderada por Barriobero,[4] José Antonio Balbontín,[7] antiguo presidente de la agrupación radicalsocialista de Madrid, que tras su expulsión formó el efímero Partido Radical Socialista Revolucionario y obtuvo su escaño por la circunscripción electoral de Sevilla-capital en la elección complementaria del 4 de octubre, y Joaquín Pérez Madrigal,[7] diputado radicalsocialista por Ciudad Real, que en su deriva ideológica terminó en el bando franquista durante la Guerra Civil.
Otras fuentes incluyen también entre los jabalíes a Eduardo Ortega y Gasset y Juan Botella Asensi,[7] expulsados por indisciplina del Partido Radical Socialista en 1932, los cuales formaron Izquierda Radical Socialista; e incluso al radicalsocialismo en general.
[8] Su discurso político se caracterizó por la demagogia[9] y el anticlericalismo.
[3] Wenceslao Fernández Flórez dijo de ellos que estaban dotados de «un vozarrón formidable, pero su absoluta falta de preparación no les permite utilizarlo en decir cualquier cosa importante o luminosa; hacen eso tan fácil que es interrumpir».