A pesar de todo esto, Kadaré aprovechó cualquier oportunidad para atacar al régimen en sus obras, mediante alegorías políticas.
Ese mismo año, tras la ruptura de relaciones entre Albania y la Unión Soviética, regresó a su país donde ejerció el periodismo en diversos diarios y en suplementos culturales; fue editor en jefe del periódico en lengua francesa Les Lettres Albanaises.
Desde entonces ha publicado regularmente numerosos títulos que lo han convertido en uno de los escritores europeos más importantes del siglo XX.
Candidato varias veces al Premio Nobel, Kadaré recibió en 2005 el primer Booker Internacional.
En El general del ejército muerto (1963) —novela adaptada al cine 20 años más tarde por el director italiano Luciano Tovoli—, se cuenta la historia de dos militares italianos comisionados para devolver a su patria los restos de los soldados enterrados en Albania durante la Segunda Guerra Mundial.
Dasma (La boda, 1968) y Kështjella (El cerco, 1970), reflejan la época turbulenta e insegura que vivió la población albanesa.
En El Palacio de los Sueños (1981), considerada por muchos como su obra maestra, denunció el régimen burocrático y autoritario albanés fabulando una parábola kafkiana sobre un ministerio cuya función era recoger, estudiar, catalogar y clasificar sueños en función de su peligrosidad.
Tres cantos fúnebres por Kosovo es un libro fundamental para comprender el drama que se ha padecido en los Balcanes.
(Cuando el título va traducido entre paréntesis con comillas simples significa que aún no ha sido publicado en español)