Una isla privada[1] es una isla que pertenece totalmente a un propietario o conjunto de propietarios.
Existen en todo el mundo y muchas de ellas no están pobladas.
Otras muchas son centros turísticos o residencias vacacionales de los propietarios.
Aunque esta exclusividad da el control sustancial al dueño sobre la propiedad, se encuentran dentro de la jurisdicción de los gobiernos nacionales y locales en la mayoría de los casos.