Un navío portugués que iba hacia China y que estaba a cargo del comerciante Méndez Pinto había sufrido una tempestad y encalló en la isla.
Los japoneses apodaron a los europeos como Nanban ("bárbaros del sur"), porque suponían que habían venido del sur y que eran poco cuidadosos con su apariencia, comparado con los japoneses.
Totitaka estaba sorprendido por el arma de fuego, que eran desconocidas por los japoneses en ese momento y decide hacer gestiones con Pinto para comprar dichas armas y aprender a usarlas.
Sin embargo, algunos samuráis como Oda Nobunaga, estaban preocupados por el complejo proceso de cargar y disparar el arma, aparte del poco efecto que tenían los proyectiles.
Con frecuencia, la espada era simplemente el arma más práctica en los pequeños conflictos promedio del período Edo.
[4] Sin enemigos externos por más de 200 años, los tanegashima fueron principalmente empleados por los samurái para cacería y tiro al blanco, la mayoría siendo relegados a los arsenales de los diversos señores feudales (daimyō).