[1] Debido a la influencia de los benedictinos en su localidad de origen, al igual que su hermano Martín profeso y abad del monasterio de Sopetrán, entró en la orden en el monasterio de San Martín de Pinario de Santiago de Compostela, primero como observante (1773) y ya de manera definitiva al año siguiente (1774).
González Urría también compró un piano, misales, puertas y alacenas, además de encargar la realización de un retablo de Santa Catalina.
Además ordenó la reparación de la iglesia y casa de Baíña (Bayona), la custodia de Moraime (Mugía), la casa priorato de Cernadas (Valle del Dubra) y la iglesia de Dormeá (Boimorto).
Finalmente, González Urría compró ornamentos paras las iglesias San Vicente de Vigo (Carral) y San Antolín (Toques).
Abandonando el puesto de abad, González Urría fue maestro en Teología, definidor juez (1818-1824) y maestro general de la Congregación en el Capítulo General de 1828.