El matrimonio fue corto y dificultado por la mala salud del soberano, mucho mayor que ella.
Quien organizó el asesinato fue el barón Melchor Balassa, pues había descubierto una conspiración contra Isabela y su hijo, Juan Segismundo.
Isabela hablaba cuatro idiomas: el polaco, el húngaro, el latín y el italiano.
En 1557 firmó un decreto otorgando libertad religiosa para las cuatro denominaciones: católicos, luteranos, calvinistas y unitarios.
[2] Isabela es considerada la primera gobernante europea en emitir leyes sobre tolerancia religiosa.
[4] Fue enterrada en la catedral de Gyulafehérvár (actualmente Alba Iulia), donde aún se puede ver su lápida.