[1] A la muerte del emperador Juan II en 1143, el trono en lugar de pasar a su tercer hijo, el mayor de los supervivientes, Isaac, pasó al benjamín, Manuel.Unos caballeros templarios, a los que el historiador Nicetas Coniata denomina los Phreri, también lo hicieron.[2] Los armenios liberaron a Isaac el 1185, pero este, cansado de estar al servicio del emperador, contrató a una banda de mercenarios con el dinero que había sobrado del rescate y zarpó hacia Chipre.Entonces un adivino se presentó en la corte romana de Oriente y le predijo a Andrónico que alguien relacionado con la letra «I» lo derrocaría; el emperador pensó que se trataba de Isaac.Sin embargo, Isaac consiguió huir y creó un patriarcado independiente en Chipre, donde se coronó emperador.[3][4] Una revuelta estalló en Constantinopla el 12 de septiembre: Andrónico fue depuesto y en su lugar fue entronizado Isaac II Ángelo.En una ocasión, empujado por un acceso de ira, hizo cortarle el pie a quien había sido su maestro, Basilio Pentaceno.[6] Cuando Ricardo supo dónde se hallaban y qué les había sucedido puso rumbo a Limasol, adonde llegó el 1 de mayo del 1191; pidió a Isaac que liberara a los prisioneros y le devolviera el dinero del que se había incautado.Cuando su padre fue depuesto, fue acogida entre las damas que viajaban con Ricardo Corazón de León y, acabada la cruzada, marchó con ellas a la corte inglesa.
El cabo Apostolos Andreas, donde mantenido cautivo.