Isaías Lerner

Provenía de una familia judía ucraniana que se había afincado en Argentina a comienzos del siglo XX.

[3]​ Estudió en el Instituto Amado Alonso de Buenos Aires, y tuvo la fortuna de formarse con un grupo de brillantes filólogos que habían retornado del exilio en 1955, dos discípulos de Amado Alonso, Ana María Barrenechea y Marcos Morínigo.

Con ellos se introdujo en el estudio de Cervantes y de la épica culta hispanoamericana y María Rosa Lida lo inició en los estudios sobre novela picaresca.

Ángel Rosenblat y Rafael Lapesa le inculcaron la pasión por la lexicografía y la historia de la lengua y, de la mano de Jorge Luis Borges, aun a costa de postergar su licenciatura, empezó a recuperar autores al margen del canon.

Se interesó por el idioma toba y escribió el estudio Arcaísmos léxicos del español de América, que ganó el premio Augusto Malaret de la Real Academia Española (1973).