Los Institutos Obreros[1] fueron unas instituciones educativas creadas por el Gobierno de la Segunda República Española.
Para ello se realizaron unas pruebas donde el futuro estudiante tenía que demostrar sus aptitudes para afrontar dos años intensivos de esfuerzo intelectual.
Esta experiencia educativa, aunque no pudo ser llevada a su término, marcó la formación, la identidad, la personalidad y el rumbo de las vidas de los alumnos y alumnas que tuvieron el privilegio de pasar por sus aulas.
Perdieron la guerra y su memoria quedó desde 1939, proscrita por la dictadura.
En 1975, un grupo de aquellos alumnos se reunió en Valencia y años más tarde fundó una asociación, la Asociación Cultural Instituto Obrero, que en la actualidad se reúne en los locales de la centenaria Sociedad Coral El Micalet de Valencia.