[3] El concepto comporta una notable dimensión histórica, no solo porque cada institución cultural tiene su propia historia, sino también porque la mayor parte de ellas están ligadas a la preservación y divulgación de la historia nacional, regional o local.
[10] Se encuentra desde hace siglos en todos los dominios del arte y la cultura, incluyendo las enseñanzas artísticas.
Así, por ejemplo el Metropolitan Museum of Art (Nueva York), aunque sus recursos públicos directos en forma de subvenciones son marginales, presenta las principales características de una institución cultural.
En Francia, el reconocimiento por una o varias autoridades públicas (que se convierten en socios en una financiación cruzada) es un dispositivo inevitable en la formación de una institución cultural, de la que esta obtiene su visibilidad, su estabilidad y su reconocimiento.
[11] En Estados Unidos se conmemora a los presidentes salientes con las bibliotecas presidenciales.