Esta herencia chocolatera ha contribuido al prestigio y la innovación de la industria alimentaria española.
El cacao, proveniente de las tierras americanas, se convirtió rápidamente en una delicia apreciada por la nobleza y la alta sociedad española.
Debido a su exotismo y sabor único, el chocolate pronto se convirtió en una bebida de moda en la corte española.
[1][2][3] Sin embargo, fue durante el siglo XIX cuando la industria del chocolate experimentó un notable impulso en España.
Sin embargo, una vez superados estos períodos difíciles, la industria se recuperó y prosperó nuevamente.
La calidad y la tradición de la industria chocolatera española han sido factores clave para su éxito en el mercado global.
El cacao es una especie tropical que exige altas temperaturas y elevados niveles de humedad.
[7] A pesar de los desafíos, los esfuerzos para superar estas barreras climáticas y lograr la adaptación del cacao en España continúan.
En el mismo año, los granos de cacao ocuparon el puesto número 300 entre los productos más importados en España.
Esta variedad refleja tanto la tradición chocolatera del país, que se remonta a siglos atrás cuando el cacao fue introducido por primera vez en Europa, como la innovación en este campo, con la incorporación de nuevos sabores y técnicas de producción.
Aunque la OCU cubre una amplia gama de productos y servicios, su trabajo en la evaluación del chocolate es relevante para la industria.
Estos eventos, que van desde pequeñas ferias locales hasta grandes exposiciones internacionales, son un espacio vital para que productores, comerciantes y aficionados al chocolate se reúnan, intercambien ideas y muestren sus productos.
Una de las tendencias más notables en la industria chocolatera española es el enfoque en la calidad y la trazabilidad del cacao.
El empaque del chocolate no solo debe ser atractivo, sino también respetuoso con el medio ambiente.
Estas regulaciones garantizan que todos los productos alimenticios, incluido el chocolate, se produzcan en condiciones sanitarias adecuadas.
En lo que respecta al chocolate orgánico, los productores deben cumplir con el Reglamento (CE) No 834/2007 sobre producción y etiquetado de productos ecológicos.
Este fenómeno se atribuye al fuerte aumento de las exportaciones, que registraron un crecimiento del 19,7% en valor y un 5,1% en volumen.
Además, el crecimiento en las importaciones (14,1% en valor y 8,4% en volumen) ayudó a equilibrar la disminución de las ventas en el mercado interno, resultando en un incremento del consumo.
Por otro lado, el volumen dirigido al mercado interno se mantuvo estable (+0,3%), y las ventas reflejaron una disminución en valor del 1,7%.
Además, se notó un aumento en la proporción de contratos indefinidos entre los trabajadores más jóvenes, del 44% al 60%.
[54] La influencia del chocolate está profundamente arraigada en la historia culinaria española y juega un papel significativo en una amplia gama de platos, tanto dulces como salados.
Al principio, se consumía principalmente como una bebida caliente, adquiriendo con el tiempo un papel destacado en la repostería y otras preparaciones culinarias.
Esta combinación se ha convertido en una tradición matutina, especialmente durante los fines de semana y las festividades.
[59] En Navidad, el chocolate también se encuentra presente en turrones y otros dulces típicos, como el mazapán, que reflejan una mezcla de influencias culturales, tanto árabes como europeas.
Su chocolate espeso y los churros crujientes han sido parte de la tradición madrileña durante generaciones.
[64] Alicante es la casa de Chocolates Valor, fundada en 1881 y conocida por su compromiso con la calidad del cacao.
[65] En España, la pasión por el chocolate se refleja en diversos museos dedicados a este alimento: