Las incursiones fueron realizadas por una sección relativamente pequeña del ejército mongol, que se dedicó al pillaje, destrucciones y asesinatos.
Por esto, a las fuerzas mamelucas se les permitió atravesar territorio cruzado indemnes, y acumular una fuerza considerable que se enfrentaría a los restos del ejército mongol en septiembre de 1260, en la histórica batalla de Ain Yalut en Galilea.
Los mamelucos consiguieron una importante victoria, no solo para la región, sino también porque era la primera vez que un ejército mongol sufría una derrota sustancial.
Cuando el general mongol Kitbuqa envió a su sobrino con una pequeña fuerza para pedir reparación por los hechos, ésta fue emboscada y asesinada por Julián.
Kitbuga respondió con fuerza asaltando la ciudad de Sidón, destruyendo sus muros y asesinando cristianos, aunque se ha sido dicho que el castillo no fue tomado.