Tras las intervenciones del diputado general de Vizcaya, José María Makua, el presidente del Parlamento Vasco, Juan José Pujana y el lehendakari, Carlos Garaikoetxea, cuando el rey se disponía a pronunciar su discurso, un grupo de representantes electos de Herri Batasuna y LAIA le interrumpieron cantando, con el puño en alto, el «Eusko gudariak».
Las imágenes de los sucedido emitidas por TVE causaron una enorme conmoción, especialmente entre la extrema derecha y entre los sectores involucionistas del Ejército, vinculados directa o indirectamente con ella.
Un ejemplo lo podría constituir el artículo que el general Fernando de Santiago, antiguo vicepresidente del Gobierno, publicó en el diario ultraderechista El Alcázar titulado «Situación límite» en el que decía:[3]
Sin embargo, en 1986, el Tribunal Constitucional anuló la sentencia ordenando la repetición del juicio.
En 1993, el Tribunal Supremo les absolvió al considerar que su protesta fue un "legítimo ejercicio del derecho a la libre expresión", mediante la comunicación "al Monarca de un estado de insatisfacción pública".