Históricamente, han sido comunes los impostores que se hacen pasar por pretendientes al trono.
Sin embargo, los impostores normalmente adquieren simplemente una nueva identidad falseando su profesión, estatus social y/o financiero, formación, estado civil y, en algunos casos, el sexo.
Muchos impostores son criminales que mantienen una fachada temporalmente para engañar a sus víctimas, tal como hizo Wilhelm Voigt.
Otros, como el bromista estadounidense Joey Skaggs, se mantienen como impostores como burla o crítica hacia algo.
Puede que deseen adquirir una nueva personalidad o simplemente adoptar la identidad de otras personas.