Su padre, Tangaloa 'Eitumātupu'a, fue un alto sacerdote samoano, que la mitología de Tonga y Samoa acabó considerando un dios.
Para gobernar un territorio tan extenso, los Tu'i Tongas desplazaron su trono a la laguna de Lapaha en Tongatapu.
Inicialmente, los falefā tuvieron éxito en mantener la dinastía, pero las presiones persistieron, y fueron seguidas por el asesinato de varios gobernantes.
Este sistema tuvo éxito durante más de 100 años, pero al igual que los Tu'i Tonga, la nueva dinastía sucumbió a las crecientes presiones internas y externas, que condujeron a la creación de la tercera línea dinástica, los Tu'i Kanokupolu.
Durante este y los siguientes períodos, el imperio vino a ser más centralizado, perdiendo la mayor parte de su influencia en el proceso.
Esta nueva dinastía no reemplazó ninguna de las anteriores, sino que compitió con la Tu'i Ha'atakalaua por el control secular.
Esto tuvo como consecuencia un sistema más fluido y fragmentado, lo que marcó el comienzo de la democratización.
De esta forma, unificó el reino y, en 1875, estableció una constitución con la cual se aseguró el control del país.
La capital del imperio, Mu'a, fue fundada antes de 500 a. C., aunque se desconoce la fecha exacta.
Algunos de los monumentos más famosos incluyen Ha'amonga 'A Maui, que fue creado bajo Tu'itatui en el siglo XIII.