Ilipa

Situada en el territorio de los turdetanos, la ciudad por su situación estratégica y fortificada con grandes murallas, controlaba las vías terrestres y fluviales, que enlazaban con las minas de plata[1]​ de Sierra Morena y por su feraz agricultura, tuvo un posicionamiento importante.

Contaba para el suministro de agua potable con un acueducto que recorría unos 17 km desde la sierra Norte de Sevilla y del que en la actualidad no se conservan restos.

[2]​ Por eso la dieron el nombre de Magna, la Grande.

En tiempos de los visigodos, el lugar es mencionado como diócesis eclesiástica.

Además de restos de la muralla romana y otros restos arqueológicos que se encuentran en el Museo Arqueológico de Sevilla se han encontrado en 2013 mosaicos romanos del siglo III que pavimentaban una domus.