En 2000 recibió el "Premio especial por el periodismo de los derechos humanos bajo amenaza", Amnistía Media Award.
Ignacio Gómez comenzó a trabajar en El Espectador, un periódico de Bogotá.
El redactor jefe del periódico en ese momento era Guillermo Cano Isaza, que era un héroe de Gómez.
[6] Al día siguiente, el colega de Gómez, Jineth Bedoya, fue secuestrado, torturado y violado; sus secuestradores le dijeron que "planeaban cortar a Gómez en pedacitos".
[9][10] En la cita del premio, el CPJ elogió el "compromiso excepcional de Gómez con la verdad y la libertad".