Es una Iglesia oriental católica que sigue la tradición litúrgica constantinopolitana (o bizantina) en la que utiliza como lenguaje litúrgico el eslavo eclesiástico y como lengua auxiliar el eslovaco y escasamente el ruteno.
El territorio propio de esta Iglesia abarca todo el Estado eslovaco.
Durante el período entre las guerras mundiales un significativo movimiento hacia la Iglesia ortodoxa checoslovaca tuvo lugar entre los greco-católicos.
Un vicariato apostólico separado fue creado para los greco-católicos en la República Checa, elevado en 1996 a exarcado con cerca de 9000 fieles.
En 1997 el papa Juan Pablo II creó el exarcado apostólico de Košice.
La eparquía de Prešov incluye a muchos fieles rutenos, los que están siendo absorbidos en la cultura eslovaca.
Un censo realizado en 2001 demostró la existencia de 24 000 rutenos en el país, pero su lengua casi no es utilizada en las celebraciones litúrgicas.