Al año siguiente empezó a ser demolida, y asimismo se inició la construcción de la nueva, ejecutada por el maestro de obras Salvador Guinovart, bajo la dirección del arquitecto tarraconense Joan Antoni Rovira.
La nave central se cubre con bóveda de cañón con lunetas.
La puerta, centrada, es de arco escarzano; la enmarcan molduras que representan dos pilastras que soportan una cornisa, sobre la cual hay una hornacina vacía, también enmarcada por molduras.
Más arriba se sitúa una abertura circular enmarcada por un esgrafiado.
Toda ella muestra un rebozado con imitación de sillares.