Ha sido desde antiguo, y todavía lo es, la iglesia parroquial del pueblo de Bóixols, dedicada a san Vicente de Huesca, pero es conducida por el rector de Isona, ya que hace años que no tiene párroco propio.
Tiene dos arcos torales, además del presbiteral, y a levante, como es corriente en el románico, se encuentra el ábside semicircular, exteriormente muy afectado por los añadidos que se han ido haciendo en el templo.
Tiene una ventana de doble derrame central en el ábside, que en el exterior se abre a través de una piedra volcánica rectangular.
El aparato está hecho con sillares de piedra caliza del lugar, bien cortados y dispuestos de forma muy regular.
La primera noticia histórica que se tiene es del 1076, y consta como apendicio Sancti Vicenti, posiblemente por su carácter de privilegio del Condado de Urgel hacia el Pallars.