Aunque en un principio la torre fachada fue criticada por sus exageradas dimensiones para un templo de una sola nave las posteriores ampliaciones consistentes en la adición de dos naves laterales acabó dando armonía al conjunto.
Las naves laterales poseen capillas en sus muros y se separan de la nave central mediante pilastras y en su intersección con el crucero mediante columnas toscanas.
Los cuerpos laterales poseen tejado a un agua y carecen de ornamentación excepto sendos óculos que dan luz al interior del templo.
El inferior posee cuatro columnas tosacanas que enmarcan una puerta apuntada y sendas hornacinas a sus lados.
El segundo cuerpo posee un vano o balcón enmarcado por columnas jónicas y rematado por frontón.