Se presentó un primer proyecto por parte del arquitecto Teodosio Torres que no se llevó a cabo, siendo el del arquitecto municipal Juan Agapito y Revilla, de estilo neogótico, el que fue construido.
Las obras se iniciaron en 1906, habiendo fallecido Rafael Cano el 30 de abril del año anterior.
La iglesia estuvo encomendada durante el siglo XX y los inicios del XXI a la Compañía de Jesús.
En este sentido, fue destacada la labor de su primer párroco, el jesuita Buenaventura Alonso Gómez, quien hoy tiene una plaza en el barrio.
En el exterior, destaca la fachada principal, con la puerta de entrada al interior, sobre la que se halla una ventana con tracería de formas góticas, coronándose con una espadaña con arcos ojivales que contienen sendas campanas.
A los lados del presbiterio hay dos sitiales, también neogóticos, que se rematan con una esbelta aguja.
Las referencias de este edificio hay que buscarlas tanto en la tratadística de arquitectura en la época como en los templos cristianos levantados en el siglo XIX y principios del XX en Reino Unido, Francia y Alemania.