Iglesia de Nuestra Señora de La Peña (Bogotá)

La noticia del descubrimiento se propagó por la ciudad y para evitar, ya fuera por el fanatismo o la novelería, el arzobispo Antonio Sanz Lozano le ordenó al vicario general de la Arquidiócesis levantara ante un notario los datos sobre dónde, cómo y en qué circunstancias se había desarrollado el dichoso hallazgo.

La sencilla ermita que se construyó por parte de los devotos, la cual tenía techo pajizo, fue destruida por un terremoto en 1714.

Con mucha dificultad, pero con gran cuidado, las imágenes fueron bajadas desde la escarpada loma hasta el llano, trabajo que finalizó en noviembre de 1716.

Las imágenes fueron recibidas en medio del júbilo popular, con voladores y chirimías, como si se tratara de la Sagrada Familia en persona.

La Orden franciscana capuchina estuvo a cargo del templo durante 26 años consecutivos, hasta que hicieron dejación de la capilla y casa en 1933.

Quien trabajó sin descanso para sacar adelante el santuario, y lo logró.

Lamentablemente no todo fueron buenas noticias, el padre Struve también tuvo que lidiar con los problemas de inseguridad, pues en aquella época Colombia pasaba por momentos de tensiones políticas y problemas sociales.

En 1968 Struve Haker, quien se entraba desgastado y enfermo, regresó a Alemania dejando el templo en plena actividad.

Los demás cuadros y los restos del museo de Struve fueron guardados en la casa cural.

Las vigas son en madera, sobre muros de carga y columnas, que sostienen el coro.