El monasterio tuvo gran devoción y fue muy famoso en su época, tanto, que el rey Sancho Ramírez le concede la villa cercana de Larrosa.[2] Su origen se remonta a los años 1040 o 1050 en que comienza su construcción por orden del conde Galindo, un importante señor aragonés de entonces.Además se adornaron todas las ventanas con pares de finas columnas rematadas en capiteles.También se hicieron remodelaciones en el interior, decorando el ábside con arquería ciega de cinco elementos, que dejó sin función a los ventanales originales.El conjunto de la portada se forma con cinco arquivoltas: la primera dovelada, la segunda con palmetas, luego un baquetón dividido en tres y por último una arquivolta dovelada rematada con otra formada de taqueado jaqués.Además aparecen tres ventanas más en el ábside, formadas por arcos de medio punto, apoyadas en capiteles decorados, hoy restaurados, y otros cuatro vanos en el campanario.A la altura de los capiteles se desarrolla una imposta que une los tres vanos.
Detalle de uno de los capiteles originales de la iglesia.