En el judaísmo e islamismo, la creación de cualquier imagen que represente a Dios está estrictamente prohibida, bajo la idea de que darle forma manifiesta idolatría.
[1] En realidad, la terminología "ídolo", en el cristianismo, hace referencia a otro tipo de imágenes que eran adoradas en sí mismas o incluso a todo aquello que intente tomar el lugar de Dios, mientras que para las imágenes de Dios y los santos se utiliza el término de icono, sobre todo en las Iglesias orientales y la Iglesia católica.
[2] Por otra parte, en el neopaganismo, budismo, el hinduismo y el jainismo, las imágenes de deidades son comunes, no obstante muchos seguidores de estos credos argumentan que ellos no adoran el ídolo u objeto material en sí mismo, sino a la entidad espiritual que representa y que el objeto físico, como tal, carece de vida.
Sin embargo, el rendir culto directo a objetos e ídolos per se es común en algunas religiones como el fetichismo y ciertas formas de animismo y vudú.
Es importante destacar que mientras neopaganos e hindúes suelen ser considerados como politeístas (aunque su concepto de deidad puede variar incluyendo concepciones panteístas, henoteístas y animistas) budistas y janinistas no adoran a ningún dios y las imágenes de sus altares son de maestros que alcanzaron la Iluminación y otras deidades de naturaleza espiritual diferente a la de un dios (véase concepto de Buda).