Idí i Smotrí

El Ejército Rojo perdió más de 300.000 efectivos entre muertos y prisioneros.En aquellas jornadas imperó un clima de sorpresa, incredulidad y caos entre la población soviética.El 28 de junio, las unidades alemanas alcanzaron Minsk, si bien la resistencia soviética no sería totalmente sofocada hasta unos días después.Apenas si existían carreteras en la región, pero su extensa red de ferrocarriles era crucial para las comunicaciones militares entre Alemania y la Rusia central.Los nazis establecieron guetos para la población judía en varias ciudades, como Minsk, Vítebsk o Gómel.Klímov coescribió el guion junto a Alés Adamóvich, que luchó con los partisanos bielorrusos cuando era adolescente.Entendí perfectamente que la película iba a terminar de forma dura.Decidí que el papel central del muchacho de la aldea, Flyora, no sería interpretado por un actor profesional, que al sumergirse en un papel difícil podría haberse protegido a sí mismo psicológicamente con su acumulada experiencia actuando, su técnica y habilidad.Afortunadamente, Lyosha Krávchenko interpretó a Flyora, más tarde se convirtió en un buen actor y todo transcurrió sin problemas.Alekséi Krávchenko aseguró haber sido sometido a «la fatiga y hambre más debilitante.[6]​ Según Klímov, la película fue tan impactante para el público que, en ocasiones, tuvieron que llamar a ambulancias para llevarse a los espectadores particularmente impresionables, tanto en la Unión Soviética como en el extranjero.[7]​ Rita Kempley, del Washington Post, escribió que «al dirigir con una elocuencia enojada, [Klímov] aprovecha ese mundo inferior alucinatorio de sangre, barro y locura creciente que Francis Ford Coppola encuentra en Apocalypse Now.Y aunque él dibuja una actuación sorprendentemente viva de su ventaja adolescente sin experiencia, la destreza de Klímov es su poesía visual, muscular y animista, como su compatriota Andréi Konchalovski en su épica Siberiada».El director ha realizado un excelente trabajo al formar a su actor central, Krávchenko».«Ven y mira» es más un viaje a las tinieblas en su concepción de Joseph Conrad.La película se realizó en la Unión Soviética para conmemorar la victoria del Ejército Rojo sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, pero «Ven y mira» no tiene una gota de propaganda triunfalista.El niño queda parcialmente sordo por los bombardeos, se separa de Glasha y se encuentra en una aldea donde llegan los nazis manejando a la población serenamente para que se reúna en la plaza del pueblo, aunque Florya sabe que no es para identificarlos puesto que su pueblo ya ha sido arrasado.A medida que van sucediendo los distintos ataques nazis, el protagonista está a punto de morir bombardeado en el bosque, descubre que su madre y sus hermanas han sido ejecutadas, lleva a cabo una misión para tratar de alimentar a un grupo de aldeanos refugiados en una isla —una misión que fracasa: en ella muere hasta la vaca que habían robado—, y finalmente es sometido a la humillación y el terror nazis en el horripilantemente largo clímax del filme, donde estos toman un pueblo y juegan con sus habitantes, sometiéndolos a vejaciones, sufrimiento y asesinatos en masa, en un despliegue de crueldad difícil de describir.
Un Focke-Wulf Fw 189 , avión de reconocimiento de este modelo aparece repetidamente en escenas que vuelan sobre la cabeza de Flyora a lo largo de la película.
Partisanos bielorrusos ejecutados por los nazis en 1943
Judíos de Maguilov deportados a un campo, julio de 1941.
Soldados del Ejército Rojo en otoño de 1941.