El Ictíneo II fue un sumergible o submarino construido por el inventor español Narciso Monturiol en 1864, como un desarrollo mejorado del anterior prototipo Ictíneo I, también construido por Monturiol y que se había botado en junio de 1859.
Desde la vela o torreta se controlaba el timón mediante un engranaje de tornillo sin fin.
Un peso que se desplazaba longitudinalmente a través de un raíl, permitía mantener la horizontabilidad durante la navegación submarina.
Una réplica del submarino fue construida en 1992, y se podía observar en el Puerto de Barcelona.
Las limitaciones de la propulsión aeróbica fueron finalmente solucionadas con la botadura del primer submarino nuclear, el USS Nautilus.