Hugo Bettauer

Durante su juventud se convirtió del judaísmo que profesaba su familia a la Iglesia Evangélica Luterana.

Escribió otras muchas obras hasta el final abrupto de su vida.

Al final publicó Bettauer La ciudad sin judíos, una obra situada en un Viena del presente suyo, con una población desesperada ante el desempleo y la miseria; los antisemitas buscaban como culpables de la situación a los judíos.

Finalmente fueron expulsados en trenes, tras violentar la Constitución, hasta vaciar la ciudad: se adelantaba quince años.

Pues bien, un antisemita nazi le asesinó a tiros en Viena en 1925; era un técnico dental (Otto Rothsto), que fue dejado en libertad casi de inmediato, tras estar 18 meses en un psiquiátrico; un hijo del escritor, por contraste, fue deportado en 1942 a Auschwitz.