El huevo hilado (denominado también pelo de caballo)[1] es un alimento decorativo en forma de finos hilos de color amarillo-anaranjados elaborado principalmente con yema de huevo y azúcar.
[2] La textura y su color le convierten en un elemento apropiado para decorar espolvoreado los platos y bandejas de comida en los bufés festivos, por regla general de carnes o embutidos, bandejas de marisco, pescados (generalmente salmón), canapés, etc. Su elaboración es ligeramente complicada, sin embargo se comercializa "al peso" en tiendas de repostería.
El efecto que hace sobre los platos es doble, por un lado aporta color y por otro contrasta su ligero sabor dulce con el salado de los otros platos.
Para la preparación del 'huevo hilado' se elabora un almíbar con agua y azúcar y se pone a calentar, cuando alcanza la temperatura de 100 °C (agua hirviendo) se vierten las yemas de huevo batidas con un colador especial para huevo hilado (basta con un colador simple con un 'paso mediano'), se deja enfriar.
Suele comercializarse en pastelerías, y es frecuente en la época navideña con la idea de decorar los entremeses.